miércoles, 6 de octubre de 2010

A modo de introducción

A partir de este año 2010 abrimos en la esc. Nº8 del DE 13º un espacio destinado a la percusión a través de la modalidad de taller y ensamble.
La idea de generar un espacio de estas características comienza a gestarse desde hace algunos años y teniendo en cuenta varias situaciones que atraviesan la cotidianeidad de la escuela.
La principal de estas situaciones es la familiaridad, disposición y aptitud para la percusión de muchas chicas y chicos que concurren a la esc. 8. A partir de esta posibilidad sería fácil pensar el desarrollo de esa disposición en las horas destinadas a la materia educación musical. Pero no, esto se volvió materialmente imposible por diversas razones, lógicas, por otra parte, en el devenir de la rutina escolar.
Entre las más significativas entrarían dos en los primeros lugares: 1) todos quieren tocar y 2) no hay instrumentos para todos.
Esto nos llevó a pensar en alguna propuesta que resolviera ambas situaciones. Lo primero que surgió fue la idea de usar objetos sonoros –botellas, latas, bidones, maderas- y al mismo tiempo que hubiera pequeños subgrupos de cada uno de esos elementos –muchas latas, muchos bidones, etc-, y al mismo tiempo sería posible establecer una dinámica por la cual cualquiera pudiera guiar a los demás a partir de un ritmo. Esta idea la fuimos realizando en los espacios de clase, pero nos quedaba chico, y además la necesidad de abordar otros contenidos y actividades planteados en el diseño curricular, hacia que no se pudiera desarrollar en profundidad la propuesta. Luego lo intentamos en los recreos, pero al ser de 10’ tampoco se podía desarrollar el trabajo.
Sin embargo estos intentos fueron dejando un aspecto resuelto que en este momento es de suma importancia: los objetos sonoros.
Durante el transcurso de los dos últimos años (2008, 2009) fuimos recopilando materiales que pudieran servir para la percusión, pero que no fuera necesario trabajar sobre ellos, es decir, que no implicara la transformación de un objeto en objeto sonoro, sino que sonaran en sí mismos. Casi sin quererlo definimos un instrumental básico que cubre el rango necesario en cualquier ensamble de percusión de influencia afrolatina o latinoamericana:
un sonido grave dado por los bidones de agua;



un sonido medio, dado por latas con tapa de plástico;





y un sonido agudo, dado por botellas de vidrio.






También sumamos las típicas botellas con fideos o arroz que dan un sonido particular y necesario.






Con esto como base y algunas propuestas de ritmos latinoamericanos, nos lanzamos al hacer.

1 comentario:

claudia dijo...

CHICOS Y PROFE FEDE: LOS FELICITO !!!!QUIERO ESCUCHAR MÁS Y MÁS !!!!! VAMOS QUE PUEDEN CON EL REGUETON...POR EJEMPLO.QUÉ A MI ME ENCANTA!!!!!
CLAUDIA CARLASSARA MAESTRA DE LA 15 DEL 12 "SOURIGUES"